Articulo
publicado en el Diario EL MUNDO el día 24 de Marzo de 2.010, firmado por Don
Antonio Lozano Herrera. Tomares (Sevilla).
En
la oscuridad de la noche, mucho antes de que el corneta de guardia tocara diana
en La Plaza de España coruñesa --allí donde jugué de pequeño—se escucharon
pasos. Sorprendido, grité: <<¡ Alto ¿Quién vive? ¡ >>. Por
respuesta, sólo se oyó las voces de los tres operarios que hablaban entre si de
una tal “Memoria Histórica “ y, junto a una pala excavadora, se disponían a
desmontarme.
<<¡
Santo y Seña !>>, vociferé con energía, pero sólo el silencio respondió a
mis palabras. Recordé después de tanto tiempo aquella frase que inculqué a mis
valientes caballeros legionarios cuando su integridad corría peligro: <<¡
A mi la Legión !>>. Nunca falló.
La
camaradería hacia que todos a una se ofrecieran en defensa del necesitado. Pero,
en esta ocasión, nadie acudió a mi solicitud. Ante mi amarga sorpresa, aquellos
audaces, temerarios y curtidos solados que un día instruí no aparecieron en mi
auxilio. Volví a repetir: <<¡ A mi la Legión ! >>. Esta vez con más
fuerza, pero nadie acudió.
Con
el tiempo, me han dicho que esa frase se encuentra en desuso, ya que no es
políticamente correcta. Si, ya me habrán reconocido, soy el General José
Millán-Astray y Terreros, aquel que un día fundó uno de los cuerpos más
gloriosos de nuestros ejércitos, el Tercio de la Legión, el que combatió en
múltiples campañas en Marruecos, el primer novio de la muerte y el mutilado por
la Patria.
Ahora
me encuentro envuelto en una lona en el interior de una caja y en un sucio
almacén municipal esperando cuál será mi destino final ante la desidia de
aquellos que un día creyeron en mí ciegamente.
¿
Ya no recuerda la comisión para la restauración de la Memoria Histórica cuando
el ilustrísimo general Gutiérrez Mellado, vicepresidente del primer Gobierno
democrático en la Transición, solicito a mi hija uno de mis uniformes y mis
condecoraciones ( siete Cruces laureadas de San Fernando colectivas, 22 Medallas
Militares colectivas, Cruz de Guerra Francesa con palma de oro, 22 Cruces
Laureadas individuales, y 211 Medallas Militares Individuales) para dar mayor
realce y relieve, según el, al Museo Nacional del Ejército?.
¿
Que Memoria Histórica es la que arresta a un combatiente muerto, mientras
homenajea a personajes vivos de oscuro pasado ?. Nunca entendí te tapias de
cementerios ni de pelotones de fusilamientos. Sólo me preocupe de saber de
trincheras y de lucha cuerpo a cuerpo.
A
estos desmemoriados y expertos en historia selectiva les diría que yo presidía
aquella plaza por ser el fundador allá por 1.920 del Tercio de Extranjeros, más
tarde denominado Legión Española. Esa Unidad que cada año, ante su marcial
desfile, allá por donde va, recoge la aclamación, el aplauso, y hace vibrar de
emoción al pueblo español.
La
misma que, con mi nombre ( X Bandera de la Legión Millán Astray del Tercio
Alejandro Farnesio), se encuentra en la actualidad desplegada en diversos
lugares del mundo como Afganistán, representando a nuestro Ejército, luchando y
defendiendo con honor y valor, la paz y la libertad de los pueblos. ¡ Que gran
incongruencia, e injusticia!.
En
la soledad de este triste y abandonado almacén, sigo gritando: <<¡ A mi la
Legión!>>, pero nadie acude en mi auxilio. Todo esto se lo contó al que
suscribe su General Millán Astray, mientras dormía. ¡ Solo fue un
sueño!.
Antonia
Lozano Herrera.
Tomares.
(Sevilla).
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